Navidad
Fundacion 'Navidad niño del pueblo' Victor Raul Haya de la Torre





Corrían los meses proximos a las fiestas navideñas allá por el año 1978 y por voluntad de Victor Raúl Haya de la Torre se instituyó la FUNDACIÓN DE LA NAVIDAD DEL NIÑO DEL PUEBLO a la que transfirió los derechos provenientes de su propiedad intelectual. Dicha fundación tiene como propósito amparar a la niñez de las clases más necesitadas del país, a la que desde hace años atiende especialmente con ocasión de la navidad.

Los miembros de esa época fueron entre otros; Hortencia Prado, Jorge Idiáquez, Antonieta Zevallos de Prialé, Hugo Otero y Victoria Campusano.

La intención principal del compañero jefe fue proveer una sonrisa, una fuente de aliento para los niños en un epoca propicia para ello, la navidad, es por eso que en su testamento especifica la constitución de una fundación sin fines de lucro, la cual se encargaría de repartir a los niños regalos y organizar la respectiva chocolatada anual. Su voluntad se cumplió año tras año, en medio de distintas crisis, tanto económicas, como políticas y sociales. Y es que nuestro maestro Victor Raúl se percató que es precisa y contrariamente, la navidad una epoca en la cual, en nuestro país se nota con mayor claridad, las grandes diferencias entre ricos y pobres y quienes más sufren en carne propia este suceso son los niños del Perú.

La juventud que tanto nutriría el anhelo de una nación más equitativa, de libertad y justicia social, debería tener una niñez apacible para poder asumir los retos de la adultez y juventud con la entereza necesaria tanto para el país como para el partido.

Finalmente. La actual junta está presidida por la c. Lucy Ortega de Villanueva e integrada por los cc. Elvira de La Puente Haya, Antenor Orrego, Camilo Carrillo, Carlos Roca y Martha de Pizarro, quienes con dedicación honran el recuerdo y la obra de Víctor Raúl Haya de la Torre, asistiendo en diversas obras sociales y manteniendo el reparto de aguinaldo navideños a cientos de miles de niños pobres. (1)

Es por eso que, el Comando Universitario Aprista PUCP, siguiendo esa voluntad fraternal aprovecha esta oportunidad para extender un cordial saludo a todos quienes luchan cada día por hacer de este pais y este mundo un lugar mejor, reafirmemos los valores cristianos y sirva esta oportunidad para hacer reflexión y sea tambien propicia la reconciliación.

Feliz Navidad!

'Solo Dios salvará mi alma, sólo el Apra salvará al Perú'

FUENTE:
(1) Vanguardia Aprista (www.vanguardiaaprista.com)


"El antiimperialismo de Haya y el Apra sigue en debate después de 7 décadas"
Fuente: Diario 'La República' domingo 6-12-2009, p. 14

Debate. Libro de Nelson Manrique genera polémica entre intelectuales de izquierda. Para historiadores los supuestos virajes del aprismo surgieron del contexto de una democracia precaria y quebrada por golpes militares.

Por. Inés Flores Merino.

¿Haya de la Torre traicionó los principios del aprismo? La respuesta es afirmativa para el historiador Nelson Manrique, tal como lo sostiene en su libro “Usted fue aprista”, cuya publicación ha dado lugar a una polémica entre intelectuales de izquierda principalmente. El estudioso del aprismo Hugo Vallenas entra en el debate y explica que los diferentes cambios que experimentó la estrategia aprista tienen que estudiarse e interpretarse en sus respectivos contextos sociales y políticos.

La crítica de Manrique apunta fundamentalmente al discurso radical de Haya de la Torre expuesto en sus libros “Por la Emancipación de América Latina” (1927) y “El antiimperialismo y el Apra” (1936). De su lectura concluye que los virajes hacia la derecha y la alianza con la oligarquía indican la claudicación hayista de sus principios ideológicos. También acusa a Haya de “inconsecuencia revolucionaria” por incitar a insurrecciones armadas para, finalmente, optar por la vía electoral.

Otra historia

Vallenas –historiador, periodista y apristólogo con varias obras, discípulo de Luis Alberto Sanchez– reconoce los virajes en el Apra que registra Manrique, pero discrepa de sus conclusiones.
“Hay evolución y cambios pero no una transformación decisiva de la izquierda a la derecha. No hay escopeta de dos cañones, sino que (esos cambios) forman parte de una dialéctica del programa mínimo y del programa máximo”.


Por ejemplo, ante la acusación de Manrique de que Haya y el aprismo ocultaron durante décadas el libro “El antiimperialismo y el Apra” como prueba de un supuesto viraje hacia la derecha, Vallenas refuta esa idea y explica que el largo espacio entre la segunda y tercera edición del mencionado libro se justificó por el interés del Apra de buscar una aproximación a las Fuerzas Armadas, cuyo divorcio incentivaba la oligarquía y el comunismo local. Esta circunstancia no es tomada en cuenta en absoluto por Manrique.

Asimismo, en cuanto a la acusación de que Haya solía utilizar la táctica de la escopeta de los dos cañones, el apristólogo señala que no había tal cosa, sino que la insurrección era un mecanismo de presión para derivar hacia la vía electoral.

“Las veces que el aprismo ha conspirado o ha tenido que tomar las armas ha sido siempre en alianza con los demás grupos, incluso de derecha, para convocar a elecciones. Nunca ha estado el aprismo por una revolución en armas, por la vía radical, sino por la preservación de la democracia, y dentro de la democracia hacer sus reformas.

Asegura que cada vez que el aprismo tomó las armas lo hizo buscando un pacto. Y cuando fracasaron sus insurrecciones fue por falta de coordinación, como ocurrió en 1932 para apoyar al comandante Gustavo Jiménez contra el dictador Sánchez Cerro.
En cuanto a las cuestionadas alianzas del Apra con la oligarquía, el apristólogo pidió considerar que los apristas por muchos años estuvieron proscritos, “casi 50 años sin derecho a existir”, y “pese a eso han subsistido”. Por eso “en ellos había una gran fe en la promesa a largo plazo” que Haya invocaba para explicar dichos pactos.

“El aprista acepta alianzas porque, ante largos años de persecución, las ve como la única forma de conquistar la legalidad. Incluso aceptaron cambiar su nombre por el de Partido del Pueblo, apoyar a Prado o a Odría con la sola finalidad que se elimine el veto que había de las Fuerzas Armadas contra ellos”, dijo.

Y cuando ha hecho esas alianzas (Haya) siempre dijo que era algo temporal, una táctica necesaria por la debilidad de la democracia peruana, por la fuerza de los enemigos, por el peligro de nuevos golpes de estado, para poco a poco crear condiciones para relanzar un programa más agresivo de reformas”.

Según Vallenas, el Haya y el Apra radical de Manrique solo existen en su tesis, mas no así en los hechos ni en los libros ni en la historia de ese partido. Por ejemplo, menciona que desde su primer libro, “Por la emancipación de América Latina”, Haya precisa que el antiimperialismo del Apra no es tajante, sino que selecciona las inversiones extranjeras y trata de adecuarlas a una política realista. Ilustra que se trata de un antiimperialismo selectivo, a diferencia del que planteaba Mariátegui, de corte estrictamente radical

REACCIONES

“…La sola sobrevivencia del APRA como el partido más importante del país, ¿no plantea que hubo cierta racionalidad en esas decisiones?”.

Martín Tanaka
Sociólogo


“¿Por qué (el Apra) se mantiene por 80 años como un partido de masas, bien organizado, mientras nosotros (la izquierda) permanecemos dispersos?”.

Antonio Zapata
Historiador


La clave

¿Usted fue aprista? Para Hugo Vallenas, el título de la obra de Manrique alude no a una traición a los principios del Apra sino a que
ser aprista es una manera de ser peruano
. “¿Quién no ha sido aprista en el Perú?”, preguntó. Manrique más bien cuenta la anécdota que se dio en un evento social entre Haya y el poeta Juan Gonzalo Rose que se había apartado del partido. Haya le recordó: “¡Usted fue aprista!”, y Rose le respondió: “¡Usted también!”.

Otras miradas críticas

Para el politólogo Martín Tanaka, la tesis de Manrique no es del todo convincente.
“Si miramos la conducta de Haya, no desde la inconsecuencia revolucionaria sino a la luz de los procesos truncos de aparición de una comunidad democrática, la estrategia del Apra de abandono de estrategias insurreccionales por vías electorales y búsqueda de acuerdos políticos con sus adversarios, no resulta negativa”.


Para el historiador Antonio Zapata,
“Manrique ha empleado el antiimperialismo como los protestantes usan la Biblia , contrastando
sus enseñanzas morales con el comportamiento disoluto de la grey” y “solo se enfoca en los defectos del Apra, sin ofrecer una explicación de sus virtudes políticas”.
"Pensamiento 'caviar', pensamiento gnóstico"
Por: Dr. Eduardo Hernando Nieto (profesor de Filosofía del Derecho y especialista en Metapolítica)



Si bien el término caviar puede sonar poco elegante o serio, es sin embargo más ilustrativo que el concepto “Liberalismo de izquierda”, que es como los académicos afines a esta visión del mundo prefieren ser identificados.

No obstante mi interés en este momento no es entrar en precisiones semánticas sino más bien trazar una línea de contacto muy firme entre lo que representa este discurso ideológico y lo que el profesor alemán Eric Voegelin, denominó con el nombre de Gnosticismo [1], vale decir, aquella forma de pensamiento que se caracterizaría concretamente por mostrar una insatisfacción respecto al mundo en el que se vive y de allí que sea absolutamente necesaria su transformación inmediata [2].
Precisamente en su trabajo Science, Politics and Gnosticism, se podrían conocer concretamente cuales eran las principales características del gnosticismo que si bien constituyó un movimiento religioso de la antigüedad – contemporáneo del cristianismo – sus ecos aun serían percibidos - y quizá con mayor fuerza – en estos días. Así Voegelin señalaba:

1. Insatisfacción con la situación actual
2. Creencia de que los aspectos insatisfactorios de la situación actual es el resultado de un mundo muy pobremente organizado
3. La salvación del mal que impera en el mundo es posible
4. Creencia de que para que la salvación ocurra la constitución del ser, vale decir, la naturaleza humana y la estructura de la realidad tiene que ser transformada en historia
5. Creencia de que la transformación del mundo es factible a través de la acción humana, especialmente la acción política
6. Porque la transformación del orden del Ser es posible, los seres humanos pueden iniciarlo de manera inmediata a través de un plan creado por medio de la gnosis, esto es, del conocimiento secreto del mundo que permite desentrañar sus misterios y producir entonces su cambio total.

Así pues, como señalaría Voegelin, los gnósticos jugaban el papel de los profetas que revelan la ideología de la salvación y aparecería finalmente como un cristianismo escatológico [3]. Tal concepto a su vez, le serviría al profesor alemán como una estructura capaz de analizar la crisis de occidente en sus múltiples facetas (ismos) como el marxismo, el progresismo, el positivismo o el socialismo por ejemplo.

Repasando una a una las características destacadas por Voegelin, tenemos entonces que el gnosticismo representa una visión del mundo que celebra el poder del sujeto y sobre todo su gran capacidad transformadora del mundo partiendo a su vez del “conocimiento gnóstico” que posee y que anuncia justamente el gran cambio para la humanidad. Asimismo, es posible identificar tanto un gnosticismo de izquierda (el comunismo por ejemplo) o de derecha (el liberalismo). Dice Voegelin: “Si el liberalismo se entiende como la salvación inmanente del hombre y de la sociedad, sin duda el comunismo es su manifestación más radical”.[4]

Estas fuerzas de la modernización (es decir, del cambio) se opusieron abiertamente a todo lo clásico o antiguo, a través de lo que Voegelin llamaría clisés gnósticos como el conocido termino “reaccionario” [5] que defendería cosas como “el reconocimiento de la estructura de la realidad, el cultivo de las virtudes de la sophia y la prudentia, la disciplina del intelecto y el desarrollo de la cultura” [6] mientras que considerarían virtudes humanas a la “construcción falaz y la falsificación de la historia, la opinión irresponsable sobre la base de la convicción sincera, la ignorancia filosófica, la torpeza espiritual y la sofisticación agnóstica” [7] de cuya posesión se aseguraría el éxito público.

Hasta aquí con el desarrollo de esta suerte de “teología civil” que ha sido la fuerza que ha acompañado al discurso moderno, vamos ahora hacia aquello que motivo esta referencia a Voegelin y su gnosticismo. La ideología “caviar”.

Hace buen tiempo es común desde la prensa de derecha en nuestro país utilizar el concepto “caviar” [8] para referirse a aquellos políticos, periodistas, académicos o personas en general que se identifican con los principios modernos de la revolución francesa y que se adhiere fervorosamente al Estado Constitucional de Derecho. Igualmente, se asocia esta corriente con la procedencia pequeño burguesa de sus adherentes, o como diría por allí Jünger con el espíritu de los tenderos que quieren medir todo con su vara, es decir, como conspicuos representantes del guenoniano reino de la cantidad o la materia.

Pero, sin lugar a dudas lo más saltante de ellos es su radical y dogmática apoyo a los derechos humanos que vendría a ser esa suerte de “gnosis” de la que hablaba Voegelin y cuyo acceso nos permitirá obviamente alcanzar la salvación. Evidentemente, que este dogma de fe los hace proclives a identificarse con cualquier causa que involucre la defensa de la autonomía individual, la dignidad humana y la inviolabilidad de la persona, la sagrada triada del nuevo culto secular.

En nuestro caso vimos como su participación activa en la denominada “Comisión de la Verdad y Reconciliación” [9] mostró lo más puro de su esencia, a saber, el mundo es HORRIBLE y dentro de este horror, el sufrimiento, la violencia, y por supuesto la muerte deben ser ERRADICADOS. Ya lo dijimos, el gnóstico rechaza el mundo sensible y por eso condena y detesta todo lo que tenga que ver con éste. Pero, a pesar de que nosotros atravesamos una guerra contra un enemigo sangriento como Sendero Luminoso que se oponía abiertamente al Estado peruano, los enemigos públicos debían de ser considerados como “adversarios” (Gamio dixit) y no podían ser diferenciados y mucho menos darles un trato de enemigo. Claro, aquí es donde prima esa visión gnóstica que no distingue realidades y que asume la igualdad e indiferencia de la materia, (podría también ser una interpretación peculiar de lo que significa el que todos seamos hijos de DIOS) y por supuesto el pavor que siente al toparse con manifestaciones horrendas (como las de sendero) prefiriendo sublimar esto y no enfrentar las cosas en su dimensión concreta.

Entonces, el pensamiento caviar como una manifestación contemporánea y local del gnosticismo pretende llevarnos a un mundo de perfección en el cual no habrá nada que pueda ser considerado como malo y harán todo lo que sea posible (no olvidemos que son políticos en ese sentido) por acabar a aquellos que se oponen a su intento de redención.

Como en algún momento lo dijo Carl Schmitt (refiriendose a los liberales), los gnósticos liberales (léase caviares) serán fervientes partidarios del pacifismo aunque estén dispuestos a combatir a los que no renuncian a la guerra o -como se podría añadir también-, adoran la idea de un mundo plural [10] aunque no podrían tolerar a aquellos que no se suscriben al ideario gnóstico y no ven razones para tener que cambiar la realidad (los reaccionarios).

En conclusión, y siguiendo al profesor Voegelin, el caviarismo o liberalismo de izquierda no es sino el ala moderada del gnosticismo que ha tenido también sus manifestaciones ultra radicales (Sendero Luminoso) pero a fin de cuentas representan una misma forma de percepción del mundo y por supuesto suscriben la necesidad de su transformación a su medida y voluntad.



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CITAS:

[1] Ver recientemente la traducción elaborada por la editorial argentina Katz del libro de Voegelin La nueva ciencia de la política, Buenos Aires, Katz editores, 2,006 en donde el autor se explaya sobre el significado del término gnosticismo. Igualmente se puede revisar de el mismo, Science, Politics and Gnosticism, Washington D.C.Regnery Hateway, 1990.

[2] De hecho Voegelin consideraba que la modernidad se definía como el crecimiento del gnosticismo, (NCP, p.163.)

[3] Cfr. Michael P. Federici, Eric Voegelin, Wilmington, Delawere, ISI Books, 2002, p.68.

[4] Eric Voegelin, La nueva ciencia de la política, (…) p. 210.

[5] Un conocido profesor de filosofía de la Universidad Católica y “gnóstico aventajado” Gonzalo Gamio Gehri, emplea por ejemplo el concepto gnóstico análogo de “Paleoconservador”. Cfr. Gonzalo Gamio Gehri, “La Teoría política reaccionaria y el mito del retorno al orden natural” en: Pensamiento Constitucional Año VIII, N° 8, Lima, PUCP, pp. 465 – 85, 2002.

[6] Eric Voegelin, La nueva ciencia de la política, (…) p. 213.

[7] Ibid.

[8] Como es harto sabido el término proviene de la cultura política francesa que uso el concepto “gauche caviar” para referirse a aquellos comunistas de café que estaban apuntalando la revolución desde la comodidad y confort de estos espacios típicamente burgueses.

[9] Obviamente la verdad de la gnosis

[10] Plural entre comillas pues hablar de pluralidad sería referirse a los “múltiples” ISMOS que pueblan el universo gnóstico pero que no se diferencian en lo esencial.
  • Victor Raúl Haya de la Torre

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